La Autoridad del Creyente
La gente cree que Satanás es fuerte. Pero la realidad es que Dios venció al diablo hace mucho tiempo. Y por eso, aquellos que creen en Jesús también tienen poder. Pero necesitamos la Palabra de Dios para usar bien este poder. En esta enseñanza, Andrew muestra cómo debemos usar nuestro poder con base en la Palabra de Dios.
¿Hay alguien en tu vida que te saca de quicio? Si hay alguien así en tu vida, pudiera sorprenderte saber que en realidad no es esa persona la que te está irritando. Hay alguien más trabajando detrás de esto, tu verdadero enemigo, y él podría estar usando a esta persona en un intento de abrir una brecha en tu vida. Hay una guerra espiritual en desarrollo, y como creyente, debes estar consciente de esto.
Muchos cristianos han adoptado una perspectiva humanista de las cosas. No se dan cuenta de la implicación espiritual detrás de lo que está sucediendo en sus vidas. Lo que quiero decir con humanista es que sólo ven las cosas con un nivel superficial. Creen que la mayor parte de todo lo que enfrentan a diario solamente es algo físico o natural.
La verdad es que todos los días hay una batalla en apogeo en el reino espiritual. Esta batalla es por tu corazón y el corazón de cualquier otra persona en la tierra. Dios está tratando de influir en las personas para atraerlas hacia la justicia y hacia Él mismo, para que vivan una vida que esté de acuerdo con sus principios para que las bendiciones de Dios se manifiesten en sus vidas.
Por otro lado, Satanás está desatando una guerra total y está tratando de robarse los corazones de la gente para que se alejen de Dios. Quiere llenar sus corazones con su basura y corrupción. Y honestamente, aunque la mayoría de los cristianos reconocen esto hasta cierto punto, creo que no se dan cuenta de cuán intensa es la guerra espiritual y lo mucho que sus acciones están contribuyendo.
Hay una Lucha por tu Corazón
Si pudiera sentarme y hablar con cada persona que está leyendo esto, descubriría que muchos de ustedes no están conscientes del significado espiritual detrás de lo que está sucediendo en sus vidas. Tú atribuyes gran parte de lo que está sucediendo a las circunstancias, y, por lo tanto, aceptas pasivamente lo que te sucede. Cuando haces eso, estás ignorando la intensa batalla que se libra por tu corazón cada día.
Las decisiones que tomas, las cosas que dices, tus acciones y lo que crees acerca de lo que está sucediendo a tu alrededor determina si Dios o Satanás domina en tu vida. Satanás no puede controlarte con cosas ajenas a tu voluntad. No puede hacer nada sin tu cooperación y consentimiento. Pero tú debes reconocer que estás en una batalla.
Muchas personas optan por no creer eso. Independientemente de que lo crean o no, el hecho es que está ocurriendo. Tú indisposición para participar en la batalla no significa que la batalla no está en apogeo; sólo significa que tú vas a perder. Pero una vez que te des cuenta de que la batalla es real, entonces podrás aprender a reconocer lo que está pasando y podrás tomar las medidas adecuadas para mejorar tu situación. Tú puedes resistir al diablo.
Santiago 4:7 dice: ” Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros”.
Efesios 6:10-12 dice,
Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor y en el poder de su fuerza. [11] Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo.[12] Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.
Reconoce al Verdadero Enemigo
Esto se refiere a los poderes demoníacos. Hay una cadena de mando, una estructura de autoridad en el reino demoníaco, y este versículo enumera estos diferentes niveles. Pero fíjate que dice que no estás luchando contra carne y sangre. Mucho de lo que pasa en tu vida no es solamente algo físico.
No voy a tratar la cuestión de si, “¿La gente está poseída, oprimida o deprimida?” Creo que es inútil debatir eso. En el griego, donde la Biblia dice que una persona estaba poseída por demonios, la palabra literalmente significa “demonizado”. Sólo significa que esta persona estaba bajo el control del diablo. El cristianismo ha tratado de encontrarle un significado a los términos “poseído, oprimido o deprimido”, pero eso no se encuentra en las Escrituras. El hecho es que hay personas que están siendo influenciadas, controladas y utilizadas por el diablo, realmente lo están. Esto se debe decir porque hay gente que honestamente cree que todos los demonios solamente están en África.
El problema no es la persona que está sentada a tu lado en el trabajo, ni tu vecina, y ciertamente no es tu marido ni tu esposa. Cualquiera que no esté prestando atención puede ser influenciado e inspirado y usado por Satanás para venir en tu contra. Si lo reconocieras, haría una gran diferencia en la manera como les respondes a esas personas.
Por ejemplo, yo recibo mucho correo antagonista. Hubo un tiempo en el que tomaba de manera personal lo que se decía. Pero me he dado cuenta de que Satanás usa esto en un intento de distraer mi atención de lo que Dios me ha dicho que tengo que hacer. Ahora miro más allá de la persona, reconociendo que Satanás simplemente los está usando. Eso me permite ver todo con una perspectiva correcta.
Ponle un Alto a la Ofensa
He tenido buenos amigos que me atacaron y han hecho algunas cosas muy malas en mi contra. ¿Y sabes qué? Pude pasar por alto lo que hicieron y perdonarlos. Pude ver que Satanás se estaba aprovechando de ellos para lastimarme por medio de alguna debilidad en sus vidas. Cuando finalmente ves esto, no te enojas ni le guardas rencor a esa persona, y eres capaz de vivir otorgando el perdón. Luego, si las personas cambian, puede haber reconciliación en la relación.
También hay ocasiones en las que tienes que enfrentarte al Enemigo directamente, aun cuando el Enemigo está usando a un amigo. Eso es exactamente lo que Jesús hizo cuando reprendió a Pedro, diciendo: “Ponte detrás de mí, Satanás”. Fue el mismo día que Jesús le preguntó a Pedro: “¿Quién dices que soy yo?” Y Pedro, inspirado por el Espíritu Santo, dijo: “Tú eres el CRISTO, el Hijo del Dios viviente”.
En Mateo 16:15-17, dice,
Él les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? [16] Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. [17] Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos.
Después de esto, Jesús comenzó a hablar de lo que le iba a pasar: “Me van a llevar, me van a matar, y al tercer día me levantaré de nuevo”. Y el mismo Pedro que había sido inspirado y controlado por el Espíritu Santo unos momentos antes, comenzó a reprender a Jesús, diciendo: “Señor, ten compasión de ti mismo. Que eso nunca te suceda. Me quedaré aquí y el resto de nosotros te defenderemos. Pero no vamos a permitir que esto te suceda”.
Dios te ha Dado Poder y Autoridad
Entonces Jesús se volvió y le dijo estas palabras a Pedro: “Ponte detrás de mí, Satanás”. Estoy seguro de que Pedro se sorprendió, pero Jesús no estaba hablando con él. Jesús estaba hablando de Satanás con Satanás, el mismo que controlaba a Pedro en ese momento. Las palabras de Pedro no provenían de Dios; eran incompatibles con la voluntad de Dios y Pedro estaba siendo inspirado y controlado por el diablo en las cosas que dijo.
Ahora, yo sé que esa es una declaración muy drástica, y mucha gente piensa que honestamente esto es un poco exagerado. Creen que no es necesario responderle a la gente de esta manera. Pero puedo asegurarte de que hay momentos en que Satanás te está hablando directamente por medio de la gente. Está usando a la gente para que te afecte. Independientemente de que lo reconozcas o no, esto sucede con más frecuencia de lo que te imaginas Estás en una guerra espiritual.
Con sinceridad puedo decirte que hay una guerra sobrenatural que se está desarrollando hoy por tu corazón y tu mente. De hecho, con algunos de ustedes en este momento, el diablo está tratando de oponerse a las palabras que están leyendo en este artículo. Quiere desacreditarlas y hacer que las ignores o las rechaces. Por otro lado, El Espíritu Santo está dando testimonio en tu corazón y tratando de que abras tu mente para que puedas recibir estas palabras. Es una guerra espiritual.
Para ganar en esta guerra, debes saber quién eres y cuál es la autoridad que tienes como creyente. Para ayudarte, tengo una enseñanza llamada La Autoridad del Creyente. No dejes pasar otro día sin entender cómo puedes derrotar al verdadero enemigo. Tú tienes el poder y la autoridad para hacerlo, y ahora es el momento de usarlos.
Texto bíblico: Reina-Valera 1960 ® © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960.
Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.
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